San Francisco Lachigoló es un pequeño municipio que colinda con el famoso municipio del Árbol del Tule en Oaxaca.
Debe su nombre al patrono San Francisco de Asís---sin duda el primer santo que llamó "hermano" al lobo-- y que hoy ha trascendido a nivel global porque la autoridad municipal ha encarcelado a un perro.
Por estos días de mayo, un apacible cuadrúpedo de oficio callejero husmeaba en busca de alimento por las tranquilas calles del municipio, hastiado por el calor y por llevar días sin comer y lo peor, sin beber agua porque los vecinos han perdido la buena costumbre de ofrecer agua a los animales de la calle.
Cualquiera que lo observara podría calificarlo como un costal de huesos que conservaba milagrosamente el equilibrio, ya que sus costillas eran detenidas apenas por una dura envoltura de piel en la que el ombligo se le pegaba al espinazo.
Debe su nombre al patrono San Francisco de Asís---sin duda el primer santo que llamó "hermano" al lobo-- y que hoy ha trascendido a nivel global porque la autoridad municipal ha encarcelado a un perro.
Por estos días de mayo, un apacible cuadrúpedo de oficio callejero husmeaba en busca de alimento por las tranquilas calles del municipio, hastiado por el calor y por llevar días sin comer y lo peor, sin beber agua porque los vecinos han perdido la buena costumbre de ofrecer agua a los animales de la calle.
Cualquiera que lo observara podría calificarlo como un costal de huesos que conservaba milagrosamente el equilibrio, ya que sus costillas eran detenidas apenas por una dura envoltura de piel en la que el ombligo se le pegaba al espinazo.
A pesar de tener la virtud de un poderoso olfato, de contar con un oído extraordinario y una visión infrarroja para ver en la obscuridad, aquel mejor amigo del hombre no tenía qué comer y con las altas temperaturas, francamente ya estaba perdiendo la paciencia.
Por casualidad, en ese momento, un hombre que caminaba preocupado y concentrado en sus problemas bajo el agobiante sol del mediodía estaba de mal humor y caminaba distraído cuando casi choca con el perro famélico, de modo que con toda la fuerza de sus problemas le propinó una patada al tiempo que le gritó: "¡Sácate, perro!" para quitarlo del camino.
El perro no vio que se trataba de un humano, sorprendido por el costado reaccionó ante la sombra que lo agredía y por instinto se defendió deteniendo aquella amenaza que resultó ser la carnuda pierna del sujeto preocupado y patea-perros.
Un miedo atroz invadió a ambos. El perro soltó con rapidez a su víctima y el sujeto no podía creer lo que acababa de suceder, pues mientras caminaba pensaba que lo último que le podría pasar ese día es que lo orinara un perro, pero no que lo mordiera. De inmediato pidió ayuda y los vecinos solícitos llamaron a la policía que llegó de inmediato.
El perro estaba agazapado y temeroso. No era su intención morder al humano, simplemente se defendió en un contexto de un mal día. Pero eso no importó a la policía que cuando miró al hombre sosteniéndose la pierna, preguntó que quién lo había lastimado y el sujeto señaló al perro.
Motivados por la demanda de eficacia en la actuación policíaca, los valerosos hombres de la ley se miraron desconcertados y llamaron al comandante, que ante la inusual pregunta de qué hacer con un perro agresor no tuvo más remedio que conferenciar con el presidente municipal, quien de manera determinante les dijo: "pues deténganlo, luego averiguamos".
De este modo, la policía subió a la patrulla al perro temeroso que solo entendía la actitud también temerosa de los policías que, con todas las precauciones ante su alta peligrosidad, lo encerraron en la cárcel municipal.
Cuando el alcalde preguntó el motivo de la detención, los policías dijeron: "Tenemos un sujeto canino que fue detenido en flagrancia mientras mordía de una extremidad a un masculino encontrado en posición fetal manifestando harto dolor por una lesión en la extremidad inferior derecha a la altura de la pantorrilla".
Como San Francisco Lachigoló es un municipio de usos y costumbres, el presidente municipal convocó a una reunión urgente de cabildo en donde los regidores concluyeron que mientras se encontraba el fundamento para sentenciar al animal, se le debía detener con carácter preventivo y con privación de alimentos por mordelón.
Un médico de la comunidad que atendió a la víctima, señaló que en lo que va del año en Oaxaca más de mil personas han sido mordidas por perros y que según el último informe de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud, en el país se han registrado más de 33 mil personas mordidas, por lo que los perros se están convirtiendo en el peor amigo del hombre.
El síndico municipal, sin embargo, señaló que aquel animal podría contar con un defensor de oficio, pero dado el burocratismo consuetudinario de la defensa legal gratuita, ésta podría tardar varios meses en llegar al municipio, previo pago de pasajes, viáticos, alimentos y hospedaje.
Y así, mientras el ayuntamiento deliberaba sobre el procedimiento legal para enjuiciar a un perro hambriento que mordió a un hombre de mal humor en un día de calor infernal, a los que el destino los unió en una mala hora, la población se percató que los policías comunitarios eran muy buenos para detener animales, mientras que a los hombres amantes de lo ajeno, simplemente no los enfrentan o cuando los detienen los dejan libres de inmediato, por lo que se organizó una asamblea comunitaria en la que se determinó impulsar la defensa de los derechos de los animales.
Hoy la población está dividida: hay quienes exigen que se le aplique la pena capital al perro hambriento que se defendió de una amenaza; y por otro lado, la mayoría de los ciudadanos pide que se encarcele a los policías por andar deteniendo animales y no a personas delincuentes.
Mientras el pobre perro lamenta su mal día, la población politizada ha emprendido una campaña global para solicitar su libertad, pero nadie se apiada para llevarle un pedazo de alimento o un poco de agua, incluso, si lo dejaran libre, nadie se atrevería a adoptarlo, al menos hasta el momento, ya que ahora es un perro con antecedentes penales.
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