Es una ironía.
Tuve conocimiento de Paganini, el gran violinista italiano, por un taller de artes plásticas, en la niñez.
La joven y agraciada maestra del taller tenía un trabajo de artes plásticas en el que se veía a un violinista extremadamente delgado con un rostro exaltado y tocando su violín en una posición que simulaba un dragón a punto de atacar. Al preguntarle sobre la figura dijo que se trataba de un violinista italiano muy virtuoso del que decían que le ponía como cuerdas de su violín las tripas de mujeres.
(imagen tomada de http://www.musicweb-international.com/classrev/2003/Nov03/Lehar_Paganini.jpg)
Así que con una disculpa al gran Paganini, aquí develamos el misterio de las cuerdas de su violín.
¿Qué ocurre cuando discutes con tu mujer y de pronto te acuerdas de Paganini? He aquí el resultado, en un cuento corto:
Cuando Paganini le puso las tripas de su mujer como cuerdas de su violín, su música se hizo de puros reproches.
Tuve conocimiento de Paganini, el gran violinista italiano, por un taller de artes plásticas, en la niñez.
La joven y agraciada maestra del taller tenía un trabajo de artes plásticas en el que se veía a un violinista extremadamente delgado con un rostro exaltado y tocando su violín en una posición que simulaba un dragón a punto de atacar. Al preguntarle sobre la figura dijo que se trataba de un violinista italiano muy virtuoso del que decían que le ponía como cuerdas de su violín las tripas de mujeres.
(imagen tomada de http://www.musicweb-international.com/classrev/2003/Nov03/Lehar_Paganini.jpg)
Así que con una disculpa al gran Paganini, aquí develamos el misterio de las cuerdas de su violín.
¿Qué ocurre cuando discutes con tu mujer y de pronto te acuerdas de Paganini? He aquí el resultado, en un cuento corto:
EL VIOLÍN DE PAGANINI
Cuando Paganini le puso las tripas de su mujer como cuerdas de su violín, su música se hizo de puros reproches.
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